Hoy todos somos sufridos. Desde el transportista, oh pobre empresario, víctima de las políticas económicas del gobierno. Como el pandillero, pobre pandillero, víctima de la sociedad, que sigue extorsionando a personas merecedoras de ese castigo. Como aquellos opositores a todo, pues el gobierno tiene siempre la culpa de su situación personal.
Seamos claros. En la sicología se han enumerado ciertas prácticas que el ser humano utiliza para no enfrentar los problemas. Uno de esos complejos o representaciones es llamado victimización. Este concepto, según el sicólogo Lisandro Guevara, consiste en la desmotivación, por factores externos a la persona para no tomar ninguna responsabilidad pues, en su papel de víctima, no puede hacer nada para cambiar la realidad. Siempre se es víctima de algo más grande que uno, como la sociedad o la familia, siendo fácil adoptar este papel en todas las acciones diarias para creer que no tiene dominio de su vida. Como decir que un pandillero no puede salir adelante, dejando atrás su conducta delictiva.
Y la posición tomada no es desde el punto de vista que todo ha sido perfecto en nuestro alrededor. Más bien, es un pleno reconocimiento a que las circunstancias externas al individuo son críticas pero que, a pesar de ello, debemos de tener el sentido de compromiso con nuestra sociedad, nuestro alter, y nosotros mismos, para salir de la victimización. Lo han demostrado ya hombres y mujeres: los problemas estructurales no son directamente obstáculos personales si uno tiene la motivación adecuada. Si esto fuera falso, nadie saldría adelante con sus estudios, sus profesiones, su vida diaria.
Pero siempre es más fácil la victimización. La mente es compleja, y el ser humano en la medida que se acomoda a un ritmo o estilo de vida, es natural que desvíe sus responsabilidades hacia otros. Después de resolver tus problemas dejas la responsabilidad, formando parte del pensamiento que dice “como no soy parte del problema, no tengo que cambiar nada”. Algo grave en una sociedad donde existe tanta indiferencia a los abusos y violaciones a los derechos individuales y colectivos.
La sociedad completa ha caído en el papel de víctima para no hacer frente a los problemas reales. Hay bastante gente que cree que el gobierno ha cambiado, piensan que el sistema les mejorara las condiciones. Siendo realistas eso es bastante difícil; agregado también que, para que el sistema cambie, uno tiene que cambiar. La prioridad entonces no es el asistencialismo, sino la creación de oportunidades igualitarias para todos. Para que las personas escojan su tipo de vida: si víctima o no.
El presidente Funes, al final de su discurso de toma de posesión, mencionó el pensamiento medular de la victimización: el dejarla atrás. “Vamos a hacer una patria joven, alegre, esperanzada. Vamos a construir nuestro país con alegría, con fe, con belleza. Con fuerza creativa, sin traumas y sin preconceptos. Con energía de vivir. Precisamos acabar con lo que todavía queda de nuestro complejo de víctimas porque eso alimenta el odio, la auto-conmiseración, el revanchismo y las disculpas fáciles.” Si el Presidente dejo primero el hospital, creo que debemos intentar pedir el alta todos. Sin excepción.